Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Cada gesto suyo era pura maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas https://sidneyzfct356743.angelinsblog.com/37475589/así-se-vivió-en-el-estadio-el-cabezazo-de-zidane